Cenizas
Perdido y sin brújula en las cenizas que algún día fue mi vida. Mi hambre por triunfar era tan grande como mis mayores miedos al intentarlo. Trato a toda costa de guiarme con corazonadas pero ese objeto se quemó en la fogata de mi muerte. Me siento a la deriva a punto de caer por un precipicio el cual yo mismo creé. Lamento mucho si algún día fui molesto o absurdo, nunca fue mi intención ser una molestia para nadie más que para mí mismo. No quiero que nadie me ayude porque no siento que lo merezca, pero al mismo tiempo muero por algún tipo de contacto humano. Quemé las cartas que alguna vez me ayudaron a salir adelante y golpeé al león que tenía como guardián hasta que terminó huyendo de mí. Dicen que donde hubo fuego cenizas quedan pero el viento de este frío y solitario invierno sopló tan fuerte que termine desvaneciendo completamente solo.