Atlantida
Déjame tomar aire antes de sumergirme en la pequeña ciudad donde nos conocimos por primera vez.
Tú estabas deslumbrante bajo la luz de la luna llena de esa noche, aun lo recuerdo.
Siempre me tomó mi tiempo para perderme en las angostas calles con la intención de volver a ver tu hermoso rostro que se reflejaba en mi pupila dilatada.
Permanezco sentado por mucho tiempo en la banca del parque donde estuvimos esperando ver tu mirada decisiva e intimidante que me hizo sentir nervioso.
Dejo mi sombrilla en casa a propósito para que las gotas que una vez nos mojaron mientras caminábamos juntos lo vuelvan hacer.
Déjame bucear por esta pequeña ciudad en busca de mi tesoro que lleva por nombre el mismo que el tuyo.
Déjame ahogarme en lo más profundo de esta ciudad porque aunque no te tenga conmigo se que una parte de mi se quedará contigo; mientras tu continúes caminando por esta ciudad que por una sola noche se convirtió en nuestra Atlantida.
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